sábado, mayo 12, 2007

SITUACIÓN ACTUAL DEL AGUA


Vivimos en el planeta agua. El 70% de su superficie se encuentra cubierta de agua. Todos los seres vivos, y entre ellos nosotros, están compuestos de agua. En estos momentos 12 billones de litros de agua flotan sobre nosotros. Y este es el elemento que realmente alimenta los fenómenos climáticos del mundo. Pero el agua no existe en todos lugares por igual, y se esperan grandes cambios.

Posibles problemas en relación a la naturaleza del clima

Algunos de los impactos que tendrán los fenómenos meteorológicos considerados extremos con sus efectos en diferentes sectores, son:
Debido al calentamiento, habrá menos días y noches frías, y más jornadas calurosas en la mayoría de las regiones. En la agricultura esto supondrá un aumento de las cosechas en las zonas más frías y una reducción de las más cálidas; se verán afectados negativamente los recursos de agua dulce que dependen de los deshielos y aumentará la tasa de evaporación del suelo. En la salud habrá un descenso de la mortalidad por exposición al frío extremo. En muchos lugares descenderán la demanda energética para calefacción, pero aumentara la refrigeración. Empeorará la calidad del aire en las ciudades y el impacto en el turismo invernal será negativo.
Habrá más olas de calor, lo que reducirá las cosechas en las zonas templadas y aumentar los incendios forestales. Habrá mayor demanda de agua potable. Será mayor el riesgo de muertes asociadas a las horas de calor en muchos lugares, y empeorará la calidad de vida de la gente que no tenga vivienda adecuada, así como un acceso asegurado de agua.
El incremento de las precipitaciones fuertes en muchas regiones supondrá daños en las cosechas y erosión del suelo. Los efectos pueden ser negativos y el agua dulce puede contaminarse. Habrá mayor riesgo de enfermedades. Algunos de los efectos de las inundaciones son la alteración del comercio y la destrucción de viviendas y transportes.
La mayor incidencia de la sequía afectará a la degradación de la tierra. Se reducirán las cosechas, aumentará la mortalidad del ganado y el riesgo de incendios forestales. En muchas regiones habrá más dificultades con el agua potable y más problemas asociados a la alimentación y a la escasez de agua, y disminuirá la producción hidroeléctrica. Las sequías provocarían migraciones catastróficas de población.
Es probable el incremento de la intensidad de las tormentas tropicales, lo que provocará daños en las cosechas, en los bosques y en los arrecifes de coral. La destrucción de infraestructuras puede afectar al suministro eléctrico y de agua dulce. Aumentaría el riesgo de muertes, heridas traumáticas y enfermedades.
La subida de las aguas provocará la salinización del agua dulce y estuarios y algunas zonas costeras reducirán su disponibilidad. Aumentará el riesgo de muerte y heridas por las inundaciones.

Reparto

El acceso al agua limpia de puede ser muy difícil en algunos países. Las familias pobres de los países en desarrollo gastan la mayor parte de sus ingresos en agua.
No sólo se producen diferencias, en relación al agua, en los países pobres. En España, por ejemplo, hay un gran desnivel entre el Norte y del Sur. El Norte no está dispuesto a enviar sus excedentes, y el Sur cuando el Norte tiene problemas de inundaciones dicen que no pasaría si hubiera un trasvase. En este caso influyen otras muchas cosas para que se niegue el Norte. Además, no se puede comparar la sequía que sufre el sur de España con la que padece África, Asia y Oceanía. También hay un escaso acceso al agua en América Latina, pero es debido a una mala gestión.
La sequía puede ser cíclica. Pero hace 35 millones de años el Sáhara era una extensa y fértil sabana surcada por ríos y cubierta por fértiles praderas. Con el transcurrir del tiempo, los pequeños cambios operados en el clima global provocaron que la vida se marchitase y desapareciese, transformándose en lo que es ahora el desierto más grande, caluroso y seco de la Tierra. Nos gusta pensar que el desierto es eterno, pero lo cierto es que se encuentra en constante evolución y, actualmente, por desgracia, en expansión. Una muy prolongada sequía puede acabar en el desierto más grande del mundo.

Utilización

Como en todo, los países ricos tienen una mejor gestión del agua en relación a su uso. Por lo tanto, a la hora de producir alimentos la pueden aprovechar más y mejor. Para reducir la pobreza y fomentar el desarrollo social y económico es fundamental poder producir alimentos. Pero el incremento de la producción agrícola ha tenido un precio muy alto.
Tres cuartas partes de la tierra están cubiertas de agua. Una reducida porción de la misma está disponible como agua dulce. De esa cantidad cerca del 70% se utiliza para producir alimentos. La agricultura es una de las actividades que más agua consume: utiliza cerca del 70% de toda el agua dulce procedente de lagos, ríos y acuíferos; y hasta el 95% en países en desarrollo. Una persona requiere de 2 a 4 litros de agua al día, pero para los elementos que requiera diario, se necesitan cerca de 2000 a 5000 litros de agua. La importancia de proteger los ríos y cauces de irrigación, mejorar las técnicas de regadío y los métodos de manejo de ganado, son aspectos fundamentales.
La escasez de este recurso limita las posibilidades de cultivar alimentos, fomentar las industrias y generar energía, por lo que la gestión sostenible, eficaz y equitativa de estos recursos será un desafío clave para los próximos cien años, que requerirá de cooperación a nivel local e internacional.
El problema, es que el acceso a agua limpia y un asesoramiento adecuado queda muy lejos de muchos países. Más de una de cada seis personas en todo el mundo (1.100 millones) no tiene acceso a entre 20 y 50 litros de agua el día, el volumen mínimo que las Naciones Unidas recomiendan para satisfacer las necesidades básicas de las personas para beber, cocinar y limpieza. Dos personas de cada cinco carecen de saneamiento adecuado, y todos los días 3.800 niños mueren de enfermedades asociadas a la falta de agua potable y de saneamiento adecuado.

En algunos países

En Europa, la situación oscila desde la riqueza de recursos en países como Hungría o Austria (donde se consume apenas 3,6% de las reservas anuales) hasta el derroche por la mala calidad en las conducciones en Albania, Grecia y Serbia que pierden entre el 30 y el 40% de sus recursos. En España la preocupación se centra en la advertencia de la asociación Ecologistas en Acción según la cual los efectos del cambio climático serán devastadores, como la reducción en un 20%, por cien del caudal, de las cuencas del Segura, el Júcar, el Guadiana o el Guadalquivir, entre otros ríos.
En América Latina se encuentran las zonas más ricas en reservas hídricas; como es el caso de Brasil, con más del 13% del agua dulce disponible del planeta. Pese a ello, 57 millones de los 190 millones de brasileños carecen de agua potable.
En África, las ineficientes políticas hacen que sea casi imposible el máximo aprovechamiento del agua. Además, no pueden contar con el uso de desaladoras por su elevado precio y la carencia de capital de los gobiernos.

El problema de Asia

Los ríos Indo, Yangtze, Mekong, Salween y Ganges se encuentran entre los más amenazados del planeta. La sobreexplotación de los recursos hídricos, la construcción de presas y canales, la contaminación y la introducción de especies exóticas son las principales amenazas de los ríos.
El Indo y el Ganges son unos ríos extremadamente sensibles al cambio climático debido a la alta porción de sus caudales que provienen de los glaciares, además ya tienen problemas de escasez de agua debido al exceso de actividades agrícolas de tipo extractivo. El Mekong, es el más largo y productivo del sudeste asiático pero su población de peces ya ha empezado a disminuir.
El mayor problema al que se va a enfrentar en Asia tiene que ver con su creciente número de población y el cada vez menor nivel de agua en sus ríos. La India, con más de 1.100 millones de habitantes, es abastecida en su mayoría por el Indo y el Ganges. Este país puede sufrir una gran crisis de seguir como hasta ahora ya que sus caudales podrían disminuir hasta, llevándolo al límite, en un 70%.
En China, el 70% de los ríos está contaminado, un tercio del territorio está afectado por la lluvia ácida, dos tercios de las aguas residuales urbanas no son tratadas y más de 300 millones de habitantes de las zonas rurales no tienen acceso al agua potable. Esto es lo que ha supuesto el progreso explosivo que ha vivido en las últimas décadas.

Hay un gran problema, y se llama agua. No lo podemos dejar para luego, recapacitemos. Luego llegará la sequía y habrá recortes en el consumo. No lleguemos a eso, si cada día cerramos el grifo mientras nos lavamos los dientes, cerramos la ducha mientras nos enjabonamos, entre muchas otras cosas, lo notaremos. Y no sólo en el consumo, sino que volverá a coger su máxima belleza en estado natural. Las aguas volverán a saltar por los pantanos, a correr por sus cauces y nosotros lo disfrutaremos.

viernes, mayo 04, 2007

MIGRACIONES Y SEQUIAS


España puede ser una de las zonas más afectadas por el cambio climático. Una muestra de ello es la aparición de aves del Sáhara como el corredor sahariano, el camachuelo trompetero o el buitre Rüpell. En la naturaleza, las aves suelen ser las que orientan el futuro camino de los fenómenos climatológicos. Muestra de ello son sus viajes por temporadas buscando zonas menos cálidas. ¿Significará entonces que si a España llegan aves desérticas se convertirá en una prolongación del Sáhara?
Una de las zonas peninsulares que más está notando este efecto es La Mancha, donde varias especies de aves habitan todo el año hasta que llega el verano y van hacia el norte. Uno de los agentes medioambientales de la zona, Pedro Bustamante, está especialmente preocupado por la zona, puesto que él mismo ha observado cómo varias especies, año a año, van llegando antes. Las más destacables son la cigüeña, el cuco o la golondrina, que han adelantado su llegada desde 1985 unas cuatro o cinco semanas.
Este adelanto de la llegada de grupos de aves que se alimentan de las mismas especies suele ir acompañado de un colapso de depredadores y una preocupante reducción de predadores. En otras palabras, un grupo cada vez mayor de especies se queda sin comida. A medida que suben décimas en las medias de temperatura anuales las migraciones se van produciendo antes. El caso extremo, se ha producido en Londres, donde los cisnes se han convertido en animales peligrosos al multiplicarse y comer la flora y la fauna, ya que las temperaturas se disparan y estas aves se reproducen y crecen en el mismo sitio.
El aumento de temperatura que se lleva registrando desde la Revolución Industrial es evidente. De seguir la tendencia en alza, el riesgo de extinción aumentaría en muchas especies que ya son vulnerables, sobre todo las montañosas. No hay muchas pruebas para sugerir que el cambio climático esté extinguiendo especies, pero existen pruebas que demuestran que puede acelerar el proceso. Cuando ocurren importantes alteraciones en el ecosistema se pueden producir pérdidas, al menos en el período de transición. Pero, según el señor Bustamante, la pérdida en la biodiversidad sería demasiado grande y crearía un período de tiempo inestable.
La inestabilidad se ocasionaría por la emigración de unas especies y la llegada de otras nuevas. La pirámide alimenticia podría variar y algún escalón quedar sin alimento, lo que llevaría al acercamiento de algunas especies, sobre todo aves, a la ciudad, donde les sería fácil encontrar alimento. Pero se convertirían en un problema para el ser humano. En las zonas lejanas de las ciudades, es probable que la fauna responda al cambio climático de forma individual, con importantes diferencias temporales y períodos de reorganización, lo que alteraría los ecosistemas establecidos y crearía nuevos grupos de especies con menos diversidad.
Los cambios de ecosistemas son muy difíciles de usar para hacer pronósticos y tienen limitaciones para estimar los cambios en la distribución de las vegetaciones. Sin embargo, se han observado muchas situaciones en las que los animales responden al cambio climático mucho antes de que tenga lugar ningún cambio importante en la vegetación, según informa el IPCC. Además, independientemente del cambio climático, se espera que la biodiversidad disminuya en el futuro debido a presiones múltiples, sobre todo por el aumento del uso intensivo de los suelos.
Muestra de la sabiduría de la naturaleza se da cada año con las migraciones, que no es más que la búsqueda de la temperatura ideal. Para ello recorren miles de kilómetros al año para regresar finalmente al punto de inicio. Todos recordamos decenas de películas, casi siempre de terror, en las que cuando va a ocurrir algo salen bandadas de pájaros a toda velocidad. Las aves siempre son las primeras en detectar los cambios, y ya están modificando sus conductas. Esto puede ser señal de que el cambio cada vez está más cerca. En esta realidad, no van a parecer monstruos, como en las películas de miedo. Los monstruos ya están aquí, y ni siquiera los vemos. Son los que cada día, sin pensar en nadie más que en su economía, expulsan cientos de toneladas de CO2 a la atmósfera.
Muchas veces, esos monstruos, vierten sus residuos a ríos y lagunas y cuando llega las aves migratorias para hacer una parada se encuentran con aguas totalmente inadecuadas para detenerse. Al tener que hacer viajes más largos muchas aves se fatigan y mueren en el camino. Lo mismo ocurre cuando el agua es sustraída de unos sitios hacia otros mediante trasvases u otros sistemas. De esta forma se reduce en un gran porcentaje las reservas acuáticas y por lo tanto de especies animales.
En La Mancha no escasean los ríos, pero si era el agua. La mayoría de los ríos van secos todo el año, como el Záncara, el Cigüela, el Corcoles, o el Guadiana antes de llegar a Ciudad Real. A pesar de ello, hay decenas de humedales con gran importancia ecológica ya que están en el centro de la península bastante alejados de los demás. Las lagunas que más destacan son las de Ruidera, lugar en que nace el Guadiana. Pero en realidad, la mayor parte del agua de las lagunas manchegas proviene de los residuos de las ciudades y de las depuradoras. Esto ha hecho que el nivel de contaminación aumente cada año sin que nadie se preocupe.Si cada vez ensuciamos más nuestra casa, cada vez es más difícil limpiarla, y, si no se hace, vivir. Pues es lo que estamos haciendo con el hábitat que nos rodea. Muchas aves ya no pueden detenerse en algunos espacios por la suciedad. Todos los problemas que les van surgiendo han sido claramente provocados por el ser humano. Si no es directamente por la contaminación es por su consecuencia, el aumento de las temperaturas unido, en algunas zonas, a la sequía. Este problema se prolonga más allá de lo que y, poco a poco va llegando a nosotros, exponiéndonos a olas de calor, fenómenos meteorológicos extremos, así como a cambios en temperaturas y precipitaciones. Esto puede llevar a la falta de alimentos y agua o a enfermedades y muertes relacionadas con la temperatura. Sabemos lo que puede pasar, pero, como dice Pedro, nadie se atreve a dar el primer gran paso.